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domingo, 12 de diciembre de 2010

'El Ponchis' tenía desde chico tendencia a la maldad

Fernando Botero, en entrevista con Silvia Lemus,
asentía que si a los niños guerrilleros de Bogotá,
les cambiaban el fusil por un violín, después,
jamás se atreverían a matar a ningún hombre.
Cuando apenas era un bebé, su padre lo llevó de San Diego, en Estados Unidos, a Juitepec, Morelos, para que viviera con su abuela paterna Carmen Solís Gil. Jamás imaginarían que el pequeño se convertiría en un sicario bajo las órdenes del Cártel del Pacífico Sur.
Documentos del condado de San Diego de 1999 empleados para adopciones señalaban entonces a la señora Solís Gil, nacida en 1926, como la madre de Edgar N y Lina Ericka, mientras que en el acta de nacimiento de Elizabeth la abuela paterna aparece también como la madre.
Estos son algunos de los detalles de la vida de "El Ponchis", quien fue detenido por el Ejército la noche del pasado jueves en el aeropuerto internacional de Morelos, Mariano Matamoros, cuando se disponía a abordar un avión que lo llevaría a la ciudad fronteriza de Tijuana, para luego trasladarse a San Diego, California.
"El niño la adoraba (a la abuela), y veíamos cómo la abrazaba como si ella fuera su madre", señala al diario San Diego Union Tribune un familiar que prefirió ser no identificado por temor a represalias.
Algunos de los vecinos de Edgar en Juitepec aseguraron que su padre se había vuelto a casar, por lo que él fue criado por Carmen Solís, quien falleció hace varios años.
Ya asentados en Morelos, el llamado "niño sicario" comenzó con su educación primaria, pero cuando tenía entre 7 y 8 años fue expulsado del colegio por golpear a una niña y enrolarse constantemente en peleas con otros menores, dice uno de sus profesores de Educación Física.
"Era un niño descuidado. El director (de la escuela) ponía mucha atención en él, lo consentía y le llamaba 'mi Ponchis' ", sobrenombre que le dio su familia a los cuatro años cuando era apenas un niñito regordete.
De aspecto casi siempre desaliñado, Edgar solía pasar el tiempo vagando con chicos mayores, hasta convertirse en una especia de mobiliario de las calles de la zona, algunas veces esperando a sus amigos afuera del colegio después de clases, agrega el maestro.
"Es difícil imaginar que ha sido tan cruel, que estuvo degollando y desmembrando personas", dice el catedrático, pero finaliza con un "sí, tenía una tendencia a la maldad".
Mientras esto ocurría en Jiutepec, su madre, Yolanda Jiménez Lugo, comenzaba una nueva vida en San Diego, específicamente en el barrio de Logan Heights, donde fue arrestada por la Patrulla Fronteriza y vive desde hace aproximadamente ocho años. Allí compartía un departamento con sus pequeñas y su padre, Gabriel Aguirre Manuel, con quien Jiménez se casó en 2008.
La madre de "El Ponchis" se dedicaba a vender cosméticos en el barrio, y según señalaron vecinos al diario local, frecuentemente tocaba las puertas de otros departamentos para invitar a la gente a la iglesia o para hablarles de Dios.
Incluso el propietario de los departamentos se mostró consternado con la noticia cuando fue contactado por el San Diego Union Tribune. "Estamos muy preocupados por ella. Nunca tuvimos ningún problema".
Ambas hijas de Yolanda, Lina Ericka y Elizabeth visitaron en años recientes a su madre en San Diego. En 2008, las jóvenes pasaron varios meses en Logan Heights y eventualmente recogían del colegio a sus medias hermanas.
Aunque en ocasiones mencionaba a sus hijas, personas cercanas a la familia señalan que Jiménez Lugo jamás les habló de su hijo Edgar.

2 comentarios:

  1. pues si igual tiene la cara como rara.. pero creo que no naces siendo malo te conviertes!!! es un proceso con muchas circunstancias...

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  2. Fernando Botero, en entrevista con Silvia Lemus,
    asentía que si a los niños guerrilleros de Bogotá,
    les cambiaban el fusil por un violín, después,
    jamás se atreverían a matar a ningún hombre.

    Ni la religión ni la filosofía, el arte, el arte puede redimirnos.

    Saludos.

    M.O.

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