El concierto reconciliatorio
de Marco Ornelas
Por Víctor Sosa
La poesía es el arte de hacer cantar a las palabras. Íntimamente ligada en sus orígenes a la música, a la danza, al ritual, la poesía —aunque hoy desligada del rito— sigue manteniendo el vínculo con lo musical, lo rítmico y la homofonía de las formas verbales que el lenguaje construye a manera de partitura. Cantar y contar, ha dicho Machado, son las dos funciones de la poesía y el poeta es aquel que sabe, ante todo, escuchar la música de las palabras.
El poeta Marco Ornelas, en El concierto reconciliatorio [Guanajuato: San Roque, 2011], nos propone unas partituras de paisajes que son, también, pasajes y puentes, vínculos de reconciliación con el objeto amado.
Estamos ante un poeta que tiene muy presente la relación entre palabra y música, entre sonido y sentido, entre tiempo musical y espacio escritural.
Su libro se divide en partes que remiten a los tiempos o movimientos de un concierto: Preludio, Clásico, Jazz y blues, Pop, Epílogo, pero también a géneros, preferencias, nostalgias y referentes subjetivos que vinculan la música con el concilio del amor. Leemos en una de sus partituras-poema:
Reducir-la-sinfonía-del-amor
a sonata
implica
mutilación.
Para el poeta el amor es una sinfonía, es decir, una multiplicidad de instrumentos, combinaciones sonoras, timbres, voces, en suma: un universo, un cosmos. Imposible reducir esa complejidad a otra forma que no sea ella misma.
Pero además del tema amoroso como hilo conductor de este poemario Marco Ornelas toma muy en cuenta los elementos visuales del lenguaje, y entonces juega con la tipografía, diseña sobre el blanco de la página, enfatiza los caracteres con las cursivas, el doble espacio o los versos que se precipitan en vertical cascada. En ese sentido, es coherente con la idea del lenguaje como objeto poético, no sólo sonoro, musical, rítmico, también visual: un cuerpo que toma forma en ese vacío espaciotemporal de la creación.
Por último: la brevedad, la limpieza en la escritura que avanza con fluidez, son algunos de los atributos de esta concisa muestra tan concertante como reconciliatoria. ®
El poeta Marco Ornelas, en El concierto reconciliatorio [Guanajuato: San Roque, 2011], nos propone unas partituras de paisajes que son, también, pasajes y puentes, vínculos de reconciliación con el objeto amado.
Estamos ante un poeta que tiene muy presente la relación entre palabra y música, entre sonido y sentido, entre tiempo musical y espacio escritural.
Su libro se divide en partes que remiten a los tiempos o movimientos de un concierto: Preludio, Clásico, Jazz y blues, Pop, Epílogo, pero también a géneros, preferencias, nostalgias y referentes subjetivos que vinculan la música con el concilio del amor. Leemos en una de sus partituras-poema:
Reducir-la-sinfonía-del-amor
a sonata
implica
mutilación.
Para el poeta el amor es una sinfonía, es decir, una multiplicidad de instrumentos, combinaciones sonoras, timbres, voces, en suma: un universo, un cosmos. Imposible reducir esa complejidad a otra forma que no sea ella misma.
Pero además del tema amoroso como hilo conductor de este poemario Marco Ornelas toma muy en cuenta los elementos visuales del lenguaje, y entonces juega con la tipografía, diseña sobre el blanco de la página, enfatiza los caracteres con las cursivas, el doble espacio o los versos que se precipitan en vertical cascada. En ese sentido, es coherente con la idea del lenguaje como objeto poético, no sólo sonoro, musical, rítmico, también visual: un cuerpo que toma forma en ese vacío espaciotemporal de la creación.
Por último: la brevedad, la limpieza en la escritura que avanza con fluidez, son algunos de los atributos de esta concisa muestra tan concertante como reconciliatoria. ®
¿Poesía desligada del rito? Pero que imbecil!
ResponderEliminarPero el tema es leer a Marco y su Concierto, me interesa ,comó nos le hacemos?
para eleer el libro.
Hola Narciso, gracias por el interés en mi libro. Te ofrezco el libro. Mi correo es: mornelas6@hotmail.com, mándame tus datos y te hago llegar el libro a tu domicilio.
ResponderEliminarUn abrazo.
M.O.