AQUÍ NO ES NEVERLAND
(Poesía)
Marco Ornelas
“Aquí no es Neverland”, es un libro experimental. Sí, un libro que trató de combinar los discursos: 1.- del arte urbano: grafiti como el de la 2.- apropiación (no tanto siguiendo el discurso de Kenneth Goldsmith, sino el de Anne Sexton directamente en su libro: “Transformations (1971)”. Pensado en un primer momento como una instalación (montaje para un orfanato) que tratará indagar sobre el abandono y la orfandad.
En este caso el ejercicio de apropiación se realizó a través del clásico de la literatura infantil: “Peter Pan”. -dice el autor: "Intenté apropiarme del libro de J.M. Barrie pero para darle la vuelta, elaborar una antítesis de la tierra de Nunca Jamás". “Aquí no es Neverland”, es un “anti-Peter-Pan”. La isla es un orfanato donde sus personajes son actores que viven y sufren el abandono.
En esta antítesis Peter Pan es el gran ausente. Wendy, John, Michel y Los niños perdidos son los huérfanos protagonistas (del poemario) que viven el encierro, la nostalgia y la desesperanza de la orfandad.
En el presente poemario se encuentran dispersos los nombres, los personajes y los objetos de la obra de Barrie.
En “Aquí no es Neverland (voces y grafitis del orfanato)”, se intentó utilizar también el discurso del arte urbano grafiti, que se retoma en los rayones que realizan los niños (los protagonistas ficticios) por los diferentes recintos del encierro (y es aquí precisamente donde se introduce este discurso, en este caso, retomándolo como parodia o manchón tratando de imitar al artista urbano Banksy, y su ejemplo más radical en su instalación: “Dismaland”. En este sentido “Aquí no es Neverland”, intentó ser así una crítica a los ecos más superficiales del discurso de los cuentos de hadas.
El “Yo lírico” no existe, es un conjunto de “yoes líricos” vertidos en personajes ficticios.