Eliminar el estudio de la Filosofía es eliminar la posibilidad que tiene el ser humano de acercarse a la sabiduria, al conocimiento y a la compresión del otro.
Soy maestro de Filosofía. Apenas hace un año que logré entrar a dar clases (después de haber dejado mi currículum cuatro años antes, en una escuela donde pagan relativamente “bien”. Esto me motivó y me ayudó sobremanera en mi economía. ¡Que Poco me duró el gusto!).
Me licencié en leyes, y luego tomé cursos de literatura y filosofía. Renuncié al litigio casi a los dos años de intentar hacerlo. Decidí que lo mío era la investigación y la reflexión -parece que fue la decisión más estúpida siendo mexicano-. En México el 80% de la investigación nacional la produce la UNAM, esto lo podemos corroborar en los ranking de las mejores Universidades en el mundo. A pesar de que muchas instituciones -que no Universidades- en México se jactan de ser las mejores (o por lo menos las que tienen cuotas altísimas), no figuran en la ciencia y la educación a nivel mundial simplemente porque no producen investigación.
Es una realidad, nuestro país casi no produce investigación. Somos un país de maquiladores, de obreros de las grandes superpotencias.
Hoy para mi desgracia -o mejor dicho para nuestra desgracia como país-, me encuentro con que la SEP, en su reforma RIEMS (Reforma Integral de la Educación Media Superior, anula la enseñanza de la filosofía, acuerdo 442 y 444, septiembre de 2008, Diario Oficial de la federación).
¿Qué nos espera en los siguientes diez años?, si ahora mismo somos ya un país de consumidores y no de productores. Ya no seremos mexicanos seremos: Los agachados, como parodió Rius -¿o acaso siempre lo hemos sido?-.
Deseo con todas mis fuerzas equivocarme, pero no me convencen los rumbos de estas nuevas políticas.
Necesitamos mexicanos reflexivos y creadores, mexicanos críticos y con espíritu de cooperación. No necesitamos más maquiladores agachados.
Me licencié en leyes, y luego tomé cursos de literatura y filosofía. Renuncié al litigio casi a los dos años de intentar hacerlo. Decidí que lo mío era la investigación y la reflexión -parece que fue la decisión más estúpida siendo mexicano-. En México el 80% de la investigación nacional la produce la UNAM, esto lo podemos corroborar en los ranking de las mejores Universidades en el mundo. A pesar de que muchas instituciones -que no Universidades- en México se jactan de ser las mejores (o por lo menos las que tienen cuotas altísimas), no figuran en la ciencia y la educación a nivel mundial simplemente porque no producen investigación.
Es una realidad, nuestro país casi no produce investigación. Somos un país de maquiladores, de obreros de las grandes superpotencias.
Hoy para mi desgracia -o mejor dicho para nuestra desgracia como país-, me encuentro con que la SEP, en su reforma RIEMS (Reforma Integral de la Educación Media Superior, anula la enseñanza de la filosofía, acuerdo 442 y 444, septiembre de 2008, Diario Oficial de la federación).
¿Qué nos espera en los siguientes diez años?, si ahora mismo somos ya un país de consumidores y no de productores. Ya no seremos mexicanos seremos: Los agachados, como parodió Rius -¿o acaso siempre lo hemos sido?-.
Deseo con todas mis fuerzas equivocarme, pero no me convencen los rumbos de estas nuevas políticas.
Necesitamos mexicanos reflexivos y creadores, mexicanos críticos y con espíritu de cooperación. No necesitamos más maquiladores agachados.
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